Si analizamos las diferentes opiniones de los especialistas, nos dan a conocer que el amor y el sexo son igualmente importantes y difícilmente separables. Si lo queremos ver de una forma más racional ¿Qué es lo más urgente para estar sanos? ¿Un cuerpo o una mente en perfectas condiciones? Clínicamente hablando, es imposible estar mal de una cosa, sin que inevitablemente repercuta en la otra. Cuerpo sano, mente sana o viceversa. Lo mismo sucede con el amor y el sexo.
A diferencia del amor, el sexo es menos hipócrita ya que no puede esbozar una sonrisa o mirar para otro lado cuando las cosas no andan bien. La dimensión sexual es un gran espejo de cómo está nuestra relación de pareja y el cultivo del amor. La mayoría de las personas consultan por dificultades en la pareja, especialmente en la convivencia, sobretodo cuando existen problemas que se ven reflejados en sus relaciones sexuales.
En el sexo nos comportamos como somos, en la mayoría de los casos. Nos mostramos vulnerables, desnudos y todo lo que recargamos en nuestra espalda se refleja en el acto sexual.
“Una relación sexual no es un mero intercambio de fluidos o placer. Es comunicación y cuando esta no funciona en el día a día es muy difícil que fluya en el dormitorio”
El sexo es una herramienta pacificadora y de conexión, pero si no existe otro nexo de unión como el amor, la pareja acaba por deshacerse.