Hay días en que las mujeres sienten un gran deseo y esperan a sus parejas con ansias. Y otros días cuesta entrar en el juego del deseo y la seducción.
Atención a todas “No estamos averiadas o medias locas” Las hormonas en nuestro cuerpo van cambiando durante nuestro ciclo menstrual, lo cual influye en nuestro deseo.
El deseo sexual son sensaciones, impulsos, energías que hacen que se sientan atraídas por la otra persona y motivadas a buscar o recibir contacto sexual. Esta ligado a los pensamientos, sentimientos y factores orgánicos, hormonales y químicos. Al igual que al componente de la personal de cada uno. (sus características, aprendizajes, cultura, etc).
¿Cómo reconocemos estas diferentes energías sexuales en nosotras según nuestra fase del ciclo menstrual?
Aquí te lo explicamos:
- Fase menstrual: Aquí se produce la menstruación.
- Fase folicular: Se prepara el cuerpo para el embarazo, ya que se engrosan las paredes del útero para recibir el óvulo fecundado. Comienza a aumentar la hormona del estrógeno que produce un aumento del deseo. Al terminar la fase anterior e iniciar esta, las mujeres se sienten más atractivas, atléticas y el cuerpo se prepara para la ovulación.
- Fase ovulación: Se produce la ovulación aumentando considerablemente el deseo sexual, ya que la naturaleza llama a que nos reproduzcamos (aumentando el estrógeno y la hormona luteinizante). Inconscientemente “Aparece el deseo sexual de la maternidad” que se expresa de forma emocional y física a través del contacto sexual y se refuerza el compromiso emocional con las parejas.
- Fase lútea: La hormona del estrógeno se mantiene y se segrega gran cantidad de progesterona. Esto produce que si no hay fecundación las paredes del útero se desprenden y comienza el ciclo menstrual. En esta etapa la energía sexual disminuye.
Según los estudios el deseo sexual llega a su punto más alto que coincide con la ovulación. Aumentando en 24% la probabilidad de tener relaciones sexuales. Esto es válido para personas que no usan anticonceptivos orales.
Obviamente la naturaleza es sabia para poder preservar la especie. Pero siempre podemos mantener el deseo sexual. Con harto juego previo, uso de lubricante en las fases del ciclo menstrual en donde disminuye la lubricación, entre otros. Pero sobre todo para mantener el deseo sexual constante, hay que estimular el órgano sexual más importante “el cerebro”.