Cada vez es más conocida la información sobre los tratamientos de reproducción asistida, que vemos que muchas personas a nivel mundial poseen complicaciones para poder tener un hijo. Pero la experiencia de la infertilidad en primera persona es un fenómeno que en muchas ocasiones se vive en solitario.
Aún la persona que posee los problemas de fertilidad, se siente estigmatizado como quién no puede tener hijos.
La persona se siente:
-Diferente a los demás. Lo que produce que se aíslen de sus familiares y amigos. Por vergüenza, temor, etc.
-Les afecta en su autoconcepto. Ya que ellos son sanos ¿Por qué a. mi? Si me cuido, si siempre he realizado las cosas bien. Esto no es muy percibido por su entorno.
-Comienzan a rechazar las invitaciones con la familia o amigos, ya que, al tener hijos, es un recordatorio del dolor que están viviendo.
-En diversas ocasiones pueden mostrarse más irritados frente a mujeres que están embarazadas.
Es muy importante, que no te sientas culpable con estás sensaciones son parte del proceso de duelo sobre las expectativas y proyecto que tienes de ser madre o padre. Ya que antes no sabíamos de nuestra capacidad reproductiva hasta que intentamos usarla.